Nombre científico: Acer monspessulanum L.
Familia: Aceraceae
Nombres vulgares: Arce, arce de Montpellier, ácere, afre
El arce de Montpellier es sin duda uno de los “imprescindibles” del Manzanares al Guadarrama. Este bonito arbolillo puede verse de forma aislada o en pequeños grupos, y proporciona en otoño al monte un espectacular toque de color, que contrasta vivamente con los tonos apagados que por lo general luce el encinar-enebral en esta época.
Se localiza en hábitats muy diversos, aunque normalmente en zonas con cierta humedad. Podemos verlo junto a encinas, enebros, robles o alcornoques, y desde los altos roquedos de la Sierra de Hoyo, hasta las dehesas de fresnos de las zonas bajas en las que pasta el ganado. También se instala con frecuencia en las gargantas rocosas de algunos ríos y arroyos, e incluso junto a sus mismos cauces, acompañando a sauces y fresnos.
En otoño alcanza su máximo esplendor, tiñendo sus hojas con una amplia gama de colores, que pasan sucesivamente de los verdes a los amarillos y finalmente a los ocres y rojizos.
Como todos los arces, se distingue por tener frutos alados en disámara, diseñados para ser dispersados a cierta distancia por el viento gracias a su característica caída a modo de hélice. En el caso del arce de Montepellier, la disposición de las alas del fruto es casi paralela. Las hojas son muy características y cuentan con 3 lóbulos de similar tamaño y un largo peciolo.
Las flores son de color verdoso-amarillento, y comienzan a aparecer justo antes de brotar las hojas (desde principios de primavera). Por su parte, las semillas aladas madurarán ya en el verano.
Es una especie de lento crecimiento, y posee una madera muy dura y apreciada, que ha sido usada en carpintería de lujo, y para la fabricación de barricas, cucharas e instrumentos musicales como castañuelas. Sus hojas han sido también utilizadas como ramón para el ganado en momentos de escasez de pastos frescos.
Por su bella otoñada y por ser especie autóctona, es muy recomendable su uso en jardinería, pudiendo multiplicarse por semilla con cierta facilidad.
Se trata de una especie protegida por la legislación de varias Comunidades Autónomas.
Del Manzanares al Guadarrama 